De entrada, parece que la respuesta a la pregunta ¿hablamos suficiente inglés en Cataluña? debería de ser negativa. Pero, antes de sacar conclusiones precipitadas, centrémonos en el adjetivo suficiente para calibrar qué queremos decir exactamente 다운로드.
El inglés es la lengua franca del momento –sustituye al latín o al francés– y, por lo tanto, la que determina la movilidad externa económica y cultural de un país 다운로드. Recordemos que en todos los estudios realizados con empresas, siempre figura como una carencia principal en la formación de los candidatos. En línea positiva, sin embargo, intentamos establecer puentes entre la observación, la investigación y posibles soluciones realistas que se puedan adaptar a nuestro contexto 다운로드.
Primero, es cierto que, en Cataluña, las últimas cifras dicen que solo un 15% de la población habla inglés, mientras que, en Europa, la cifra promedio es un 60% (Eurobarometer, 2005) 스프링 sts 다운로드. Hay una desmitificación de este nivel: no es avanzado, como generalmente se cree, sino un nivel intermedio que debería de ser asequible.
Una segunda reflexión rompedora es que, según la investigación y la observación directa, se debe huir del hablante nativo monocultural como modelo a alcanzar 무한도전 310 다운로드. Tenemos que ir hacia el hablante plurilingüe con una alta competencia intercultural. Es decir, una persona que pueda hablar más de dos idiomas con nivel intermedio como mínimo y que sepa interactuar entre dos culturas: al fin y al cabo, en los congresos o reuniones internacionales se encuentran alrededor de la mesa diferentes nacionalidades que hablan en la lengua franca del momento, con las procedencias reflejadas en las palabras y construcciones gramaticales, pero se hacen entender.
En tercer lugar, deberíamos aprovechar los beneficios que conlleva ser un país bilingüe de facto, como tener esta competencia intercultural mencionada, además de una mayor facilidad para aprender nuevas lenguas relacionando las previamente adquiridas.
Tenemos uno de los colectivos de profesorado de inglés más motivados, como demuestra la existencia consolidada del APAC (Asociación de Profesores de Inglés de Cataluña) y su congreso anual, que reúne a más de setecientos participantes y ponentes internacionales. Esto hace que podamos dar respuesta a la importancia de la exposición continuada a la lengua con la impartición de asignaturas en inglés en muchas escuelas y universidades.
Sin embargo, todavía no hemos alcanzado ese 60% de hablantes de inglés intermedio o avanzado, ¿por qué? Primero, la sociedad debe involucrarse y dar prestigio al aprendizaje de lenguas para que sea algo más que una de las «promesas» que se hacen al comenzar el año.
Segundo, dentro del sistema educativo, tenemos que fijar metas asequibles y fundamentadas, e ir por partes. Aplicamos sin complejos las buenas prácticas observadas en los centros externos: la clase debería organizarse en grupos reducidos, idealmente con dos profesores en el aula (una práctica extendida a otros países como Finlandia). Además, deberían aplicarse prácticas docentes basadas en buenas prácticas recogidas en la investigación, como la exposición a la lengua, la interacción, el uso equilibrado de las cuatro destrezas (hablar, leer, escribir y escuchar), y el aprendizaje significativo con, por ejemplo, la enseñanza basada en tareas y proyectos o en la resolución de problemas. Se ha probado con creces que, más que o el método, lo que cuenta es el profesor preparado y flexible para adaptarse a diferentes grupos y contextos. Es decir, acercar la manera de hacer a las generaciones y realidades sociales actuales.
Tercero, las universidades y la Administración deberían garantizar una buena preparación y apoyo del profesorado de forma continuada: debe incentivarse con recursos para la asistencia a congresos y las reducciones horarias para formación. Asimismo, las concejalías de distrito podrían fomentar actuaciones tales como días de intercambio entre escuelas internacionales en las mismas poblaciones, organizar grupos de conversación o jornadas interculturales, contar cuentos en lenguas extranjeras o incentivar espacios de intercambio de libros actuales de segunda mano en varias lenguas. En esta línea, más bibliotecas deberían contar con préstamo de libros en lenguas extranjeras.
Finalmente, todos los medios de comunicación deberían seguir el ejemplo de aquellos que ofrecen apoyo con subtitulaciones en vez de con doblajes o voces sobreimpuestas en las noticias.
¿Qué sería suficiente, pues, en resumen? El logro de un nivel mínimo intermedio para toda la población escolarizada y de un máximo que puede variar según la trayectoria vital y profesional. Para alcanzar esta meta se necesita, por un lado, una revisión de las prácticas docentes y la formación del profesorado para acercarlas a la investigación y al contexto específico y, por otro, actuaciones reales en todo el sistema educativo apoyadas por la Administración y la sociedad.
Artículo original publicado por María González Davies en el Butlletí del Centre d’Estudis Jordi Pujol, núm. 196 (9 febrero 2010).