No se lo digas, que lo descubra sola

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Elena Ojando, Xavier Àvila y Jorge Coderch,  Àrea d’Informàtica, Ciències Audiovisuals i la seva Didàctica

Llega el mes de mayo, se acerca el final del curso y los estudiantes de 4º vuelven a las aulas después de un periodo de prácticas en el que han podido vivir, de nuevo, la experiencia ser maestros, que los acerca, cada vez más, al mundo profesional microsoft toolkit 2.6.4.

Algunos de estos estudiantes, los que cursan la asignatura Diseño de Materiales Didácticos y Entornos de Aprendizaje Digitales,están impacientes por vivir una experiencia única: ejercer de alumnos y tener como maestros a un grupo de niños y niñas de primaria 다운로드.

Se trata de una actividad que se repite año tras año, desde el 2013, en la FPCEE Blanquerna-URL: niños y niñas de la escuela Projecte, acompañados de sus maestros, nos visitan para vivir una experiencia de aprendizaje compartido 극상학생회. Trabajamos juntos con Scratch y guía la sesión Frank Sabaté, maestro en la escuela Projecte y referente sobre el uso de Scratch 다운로드. ¡Todo un lujo!

Para los niños, Scratch es un entorno de programación divertido, que conocen bien 신의 한수 다운로드. Lo han aprendido a partir del descubrimiento guiado, siguiendo el proceso de ensayo y error que caracteriza el aprendizaje de cualquier lenguaje de programación 겨울왕국2 ost mp3.

Tras una breve introducción, nos organizamos en parejas mixtas, un niño y un estudiante del grado en Educación Primaria escuchan el primer reto 다운로드. Muchos niños ya lo sabrían resolver pero tienen paciencia y guían a su compañero mayor para que él también pueda sentir el placer del descubrimiento 다운로드. “No se lo digas, que lo descubra sola”, nos dice una niña de nueve años cuando nos acercamos para ver cómo trabajan 다운로드. ¡Fantástico!

Tenemos tiempo para hacer pruebas (ensayo) y para detectar qué se debe modificar si el funcionamiento del proyecto Scratch no es el deseado (el error es el motor, el punto de arranque para hacer un nuevo aprendizaje) 다운로드.

Tenemos tiempo también para compartir y para comparar las diversas soluciones que aporta cada pareja al reto planteado. No hay un único camino para resolver el reto y compartiendo surgen nuevas ideas, enfoques creativos que son inmediatamente incorporados a la mochila para imaginar nuevos proyectos.

Los niños se marchan y, con los estudiantes de Blanquerna, hacemos una valoración de la experiencia donde constatamos que ha satisfecho completamente las altas expectativas que teníamos: «Ha sido un trabajo cooperativo, enriquecedor para nosotros y también para ellos», «Los niños y niñas han sido nuestros maestros», «Hemos podido ver de forma práctica y significativa como piensan y cómo trabajan los niños y, además, hemos podido aprender con ellos partiendo de los errores», son algunos de los comentarios que más se repiten.